Buscando evitar que el primer día del reinicio de las actividades en obra se convierta en un día de contagio masivo, debemos preparar las instalaciones de obra con anterioridad, probar y confirmar la funcionabilidad y practicidad de las medidas de seguridad y salud a implementar (es decir, ensayar el protocolo prácticamente), y coordinar una reactivación paulatina de las labores. Realizar un cuestionario al representante y supervisor directo de los trabajadores subcontratados, sobre cada uno de estos colaboradores. Esto con el fin de contar con información más objetiva sobre posibles contagiados o vulnerables. Capacitar a los subcontratistas, cabecillas de brigada y supervisores sobre el respeto a las normas trazadas, la importancia de su cumplimiento; y la necesidad de un esfuerzo sacrificante y especial por parte de todos para poder lograr trabajar en las condiciones que nos genera el COVID-19.